La vez que el Rey del Mundo se apareció a los lamas del monasterio de Narabanchi Kure, hizo la siguiente profecía.
«Cada día más se olvidarán los hombres de sus almas y se ocuparán de sus cuerpos. La corrupción más grande reinará en la tierra. Los hombres se asemejarán a animales feroces, sedientos de sangre de sus hermanos. ...
Gracias por estas dos nuevas entradas. Cuando en una etapa de la vida no tenemos nuestra sede cerca, se agradecen el blog y la página web mucho.
ResponderEliminarRosa.